En los próximos 5 años se decidirá el futuro de la vida en la Tierra
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Una alarmante disminución del 73% en las poblaciones mundiales de vida silvestre entre 1970 y 2020, revela el Informe Planeta Vivo 2024 de WWF. que se publica en livingplanetindex.org. Esta cifra no es un dato más, sino una llamada de atención que ya no se puede ignorar. Esta disminución no es accidental: la deforestación, la sobreexplotación de recursos y el cambio climático han llevado al planeta a un punto de inflexión.
El informe destaca que lo que ocurra en los próximos cinco años será decisivo para el futuro de la vida en la Tierra. Hay puntos de inflexión que, una vez superados, provocarán cambios irreversibles en los ecosistemas. Un ejemplo es la selva amazónica, que con el nivel actual de deforestación podría convertirse en una sabana, lo que afectaría gravemente al clima. Otro caso son los arrecifes de coral, que están muriendo rápidamente debido al calentamiento de los océanos. Se ha advertido sobre ello durante décadas, pero las acciones concretas se han estancado.
El informe no sólo advierte de la gravedad de la situación, sino que también ofrece soluciones concretas. Primero, se debe cambiar la dieta. Actualmente, la producción de alimentos es una de las principales causas de degradación ambiental. Es fundamental adoptar prácticas agrícolas sostenibles y reducir el desperdicio de alimentos. Pero esto no será posible a menos que se enfrenten los intereses que priorizan la producción en masa sobre la sostenibilidad.
En materia de energía, el informe es claro: debe acelerarse la transición a las energías renovables. La quema de combustibles fósiles es la principal causa del calentamiento globaly para evitar una catástrofe es necesario eliminarlos. Sin embargo, la transición energética debe equilibrarse con los intereses de la industria petrolera, especialmente en un país como México, donde Pemex sigue siendo un actor central en la economía. La transición debe ser ordenada y justa, sin perder de vista la necesidad de reducir las emisiones.
El sector financiero también debe desempeñar un papel clave en este proceso. Grandes sumas de dinero siguen fluyendo hacia industrias que destruyen el medio ambiente. Estos fondos deben reorientarse hacia actividades que ayuden a restaurar la naturaleza y detener el cambio climático. Sin un cambio en esta dinámica, cualquier progreso será marginal.
El informe también señala que las comunidades locales, especialmente los pueblos indígenas, son actores clave en la conservación de los ecosistemas. Estas comunidades tienen un profundo conocimiento del manejo de la tierra que debe ser valorado y utilizado. Sin embargo, fueron ignorados por las políticas extractivistas que los marginaron.
El mensaje del Informe Planeta Vivo de WWF es claro: a menos que se tomen medidas urgentes, el planeta que las generaciones futuras conocerán será radicalmente diferente e inhabitable en muchos sentidos. Esta es la última oportunidad para cambiar de rumbo.
En este contexto, el nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum tiene la oportunidad de liderar una transición verde que integre energía limpia y protección de los ecosistemas, mientras continúa gestionando responsablemente los recursos petroleros del país.
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